COMUNICACIÓN
EN LENGUA CASTELLANA
GANADORES
CONCURSO MICRORRELATOS
(extensión máxima 150 palabras)
Dentro de la asignatura “Comunicación en
lengua castellana”, se ha realizado, durante 7 semanas consecutivas, una
actividad-concurso consistente en escribir un microrrelato, una pequeña
historieta de no más de 150 palabras de extensión, dando rienda suelta a la
imaginación, con el único requisito de comenzar con la última oración del
relato ganador de la semana anterior. Y aquí se presenta el resultado final:
LORENA
TORTAJADA (13 marzo 2017)
“Hoy puede ser un gran
día”, pensaba Luis mientras saboreaba el último trago de whisky en aquella
oscura y cochambrosa cantina del puerto de Lastres. Nada le hacía sospechar que
al salir de allí se encontraría con Juan, amigo desde la niñez y con quien
tantas aventuras había compartido, pero su rostro no reflejaba alegría, sino
todo lo contrario.
-Juan, ¡amigo, parece que has visto un fantasma!
¿Qué te ocurre?
-Luis, compañero, tengo una mala
noticia: tu padre salió anoche a faenar y todavía no ha regresado.
Luis rompió a llorar, y
lo que parecía ser un gran día pasó a ser uno de los peores de su vida.
Mª
CARMEN MOROS (20 marzo 2017)
Uno de los peores de su
vida, aquel día, cuando Pedro llegó a casa.
Volvía de visitar a su hermana, dejó
unas bolsas en el banco de la cocina y llamó: Tom, Tom,… pero nadie vino a su
encuentro. ¡Qué raro! – pensó. Volvió a llamar: Tom, Tom,… Seguía sin haber
respuesta.
Buscó por toda la casa,
nada. Y por fin, salió al jardín, que estaba detrás de la casa. Allí estaba su
fiel amigo, su compañero, el que le ayudaba a superar la reciente pérdida de su
esposa. Tendido en el suelo, sin respiración.
Tom era su perro, lo
adoptó de la perrera; ya era mayor y tenía muchos achaques, pero Pedro jamás
pensó que se marcharía tan pronto. Lo que parecía un día más se convirtió en
uno de los peores de su vida. Había perdido a su gran amigo y otra vez se
quedaba en la soledad.
NOTA:
en homenaje a la compañera Ana Lluch, que comienza una nueva aventura
empresarial, seleccionamos el final de su microrrelato… la pureza de la
amistad.
FRAN
GIL (27 marzo 2017)
“La pureza de la
amistad”, eso es lo que pensó Lucía cuando vio como su hijo Lucas dibujaba una
sonrisa de oreja a oreja jugando con sus vecinos en el patio trasero de su
casa.
Meses antes, Lucas
sufrió un terrible accidente que lo dejó postrado en una silla de ruedas. Hacía
dos días que Lucas había vuelto del hospital. Estaba triste, pensaba que ya no
tendría amigos y que ya nada sería como antes.
Pero no fue así; cuando
su vecino Adrián se enteró de que había vuelto a casa, no dudó presentarse en
su casa, llamar a su ventana como siempre y pedirle que bajase a jugar. Cuando
Lucía vio como Lucas reía, una lágrima de felicidad recorrió su rostro.
EVA GARCÍA
(3 abril 2017)
Recorrió su rostro la
mano de mi madre cerrando así para siempre los ojos de mi pequeña hermana;
asustado en el armario lo vi todo, no podía imaginar que aquella pistola fuese
de verdad, sólo jugábamos a polis y a cacos en aquella lluviosa tarde.
El cuarto de mis padres
simulaba un supermercado, el cual estaba atracando mi hermana que huyó por el
pasillo cuando llegué yo con mi gran estrella de sheriff. Solo pensaba en salir
corriendo tras ella cuando agarré la pistola y corrí en su búsqueda, ¿Elisa? ¿Elisa?...
al fin, ¡te encontré! Ella salió corriendo, otra vez yo le grité ¡¡detente,
detente!! Y mientras, sonó ese fatídico ¡¡PUM!! Ella gritaba, soy inocente.
LORENA
TORTAJADA(10 abril 2017)
-¡Soy inocente! Gritaba
aquella hermosa mujer de cabellos rojos y ojos esmeralda mientras prendían la
pila de troncos bajo sus pies. El gentío que se apelotonaba en la plaza
gritando: ¡muerte a la bruja! ¡que arda!
El fuego avanzaba
lentamente quemando sus pies, piernas, caderas… mientras aquella dulce doncella
proclamaba su inocencia.
Cuando el hipnotizante
fuego ya la consumía casi por completo y llenaba sus pulmones de humo, con su
última exhalación gritó: -¡malditos! ¡yo os maldigo a vosotros y a todos
vuestros descendientes!
ALEJANDRA
BLASCO (24 abril 2017)
Todos vuestros
descendientes estarán marcados por esta maldición: nunca encontraran la paz en
ningún lugar donde quieran asentarse. La maldad con la que han actuado vuestros
predecesores os marcará para siempre.
La anciana mendiga que
se acercó a solicitar vuestra clemencia era en realidad una poderosa hechicera
que solo buscaba comprobar hasta dónde llega la falta de compasión de vuestra
estirpe.
Ahora solo queda
desearos que Dios se apiade de vosotros, antes de hundiros en el más negro de
los infiernos.
MIGUEL
CAMPOS (1 mayo 2017)
El más negro de los
infiernos. Ahí es donde creía estar Pedro cuando descendió al sótano del
palacio acompañado solamente por la tenue luz de una vela. Encontró el valor
necesario para continuar descendiendo por aquellas escaleras oscuras y húmedas
pensando en su único objetivo; encontrar el tesoro que tantos años de estudio
le había llevado.
Aquel lugar era un
laberinto de túneles y en algunos incluso discurría una cantidad importante de
agua encauzada por unos estrechos canales excavados manualmente en la roca. Un
rumor, mezcla de las corrientes de agua y viento se escuchaba a cada paso que
daba, incluso debía proteger con la mano la llama para que no se apagara.
Tras horas caminando,
finalmente encontró el túnel que le llevó al lago subterráneo, donde
supuestamente, en un hueco hermético en una de las paredes, se encontraba la
mayor colección de libros antiguos rescatados de la biblioteca de Alejandría.
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